Por: Irene Rodriguez
Si bien se dice que la violencia no se veía tanto antes como ahora, no es porque no existiera o haya surgido en épocas recientes, es porque ahora la vemos mas marcada por todo ese trabajo que muchas mujeres iniciaron desde hace décadas, denunciando, haciendo presencia en foros nacionales e internacionales, en marchas y levantando la voz para poner un alto a la humillación, al desprestigio, a los golpes, al abuso físico, emocional y sexual, y a una cultura en la cual, se ha tolerado el tratar a la mujer como alguien de menor valor que los hombres.
Antes, toda esa violencia que hoy vemos continuamente en noticias de redes sociales, televisión, radio, periódicos, revistas, etc, principalmente se daba dentro de las familias, y se guardaba como un secreto custodiado por sus integrantes.
Hoy en día, hemos llegado muy lejos, gracias a todas esas mujeres que se han levantado para hacernos justicia, que han tenido el valor para luchar en contra de culturas y tradiciones, para darnos el lugar que hoy en día tenemos.
Pero todas estas batallas que libraron grandes mujeres como: Susan B. Anthony, Elizabeth Cady Stanton, Lucretia Mott, Eleanor Roosevelt , ha servido para que tuviéramos más oportunidades, fuéramos escuchadas y tomadas en cuenta, para que comprendiéramos, que no solo debíamos de estar al cuidado de una casa e hijos, si no que éramos mucho más.
Pero sus éxitos por cambiar la historia no pueden seguir si nosotras mismas no creemos lo grandes que somos, si todas nos sentimos que nos merecemos ese lugar en la sociedad, en nuestros hogares, con nuestra pareja o amigos, que debemos ser respetadas en nuestra voluntad, decisiones y que nadie está por encima de nosotras.
Hemos llegado muy lejos pero aún falta, y el seguir hacia adelante depende de todas nosotras, que sigamos luchando por nuestros derechos, porque nos respeten, creyendo todo lo increíbles que somos como mujeres, que tenemos el valor y podemos llegar hasta donde nos lo propongamos.
