Por: Irene Rodríguez
Todas necesitamos amor y buscamos un hombre “bueno” que nos lo proporcione, ese príncipe con el que todas soñamos y de tener a alguien a nuestro lado.
Pero hay que saber reconocer las ovejas de los lobos, muchos se vestirán de ternura, y harán todo por estar contigo, sabrán cómo llegarte porque te conocen, pero los delatará su vocabulario y cuando los enfrentas con el futuro sobre los dos juntos, lo evadirán, o te dirán que no es por ahí, ¡cuidado! esa es una señal de que solo quieren algo físico contigo.
Si dejas que suceda, aun cuando estés de acuerdo, para él solo habrás sido una más, a la cual pudo tener y te romperán el corazón.
La pregunta es: ¿Realmente quién te enseña como reconocer a ese tipo de hombres?en este tipo de encuentros que solo son casuales, ¿porque hay hombres que solo te quieren por un rato?pero, ¿Cómo los detectas?, ¿Cómo proteges tu corazón?.
¿Se necesita experiencia, o haberse topado con varios hombres para reconocer cuales te quieren bien y cuáles no?
Pero, ¿Por qué tenemos que aprender a la mala?, ¿Por qué tenemos que hacernos tanto daño? derramar tantas lágrimas hasta comenzar a cerrarnos al amor o peor, querer vengarnos de lo que nos hicieron con otros que no tienen la culpa, que ni la deben ni la temen, y herimos ¿sólo porque a nosotros nos hirieron?
No hay relaciones de microondas o exprés; la respuesta a todas estas incógnitas es, que hay que saber leer las “señales”, no quiere decir que nos convirtamos en paranoicas, pero siempre hay algo que te dice dentro de ti que algo no está bien, que algo no coincide.
Si realmente nos queremos hay que protegernos a como dé lugar, darnos a respetar, no dejar pasar las cosas porque después, no sabremos cómo pararlas, o nos daremos cuenta cuando ya es muy tarde, veras hacia atrás y dirás :-Ah !! con razón, me hablaba así, me decía esto, cuando le preguntaba sobre nosotros en un futuro y lo evadía, no le importaba, solo me hablaba cuando no tenía nada que hacer o cuando estaba “aburrido”.
Sobre todo, es muy importante escuchar nuestro corazón y a la gente que está a nuestro alrededor.
Debemos protegernos de todo lo que nos puede hacer daño, de encuentros no deseados, y sobre todo…no dejarnos lastimar gratis,
porque sanar sale muy caro…