Por: Irene Rodriguez
Hay momentos en la vida en que uno llega a pensar de manera aparentemente libre, cosas tales como: ”lo que venga… solo me quiero divertir” tal vez es inexperiencia, o tal vez, baja autoestima.
Pero en cuanto a relaciones, el juego empieza cuando ves que siempre terminas decepcionada, te das cuenta, que no es eso lo que buscas, tratas de seguir adelante y por fin, llega un momento, en que realmente te empiezas a valorar y es cuando dices “ya no quiero jugar” o más bien es un ”ya no quiero que jueguen conmigo” …
Es cuando empiezas a buscar algo real, y en esa búsqueda, hablando de hombres, te encontraras con muchos ”lobos” vestidos de príncipes, y a veces, son tantos con los que te topas, que cuando realmente tengas a el príncipe en frente, no le creerás que no es lobo.
Lo difícil, es a pesar de todo, no perder esa habilidad para reconocer el verdadero amor, no hacernos insensibles y sin sentimientos, para que cuando llegue ese momento, en que encontremos al amor, no estar tan dañados como para tener tanto miedo de mostrar nuestras heridas y en vez de dejarnos amar nos cerremos y dejemos ir la felicidad…